jueves, 17 de marzo de 2011

Erzsébet Báthory 2ª Parte



Hola! Como novedad esta semana he agregado a la web en la parte derecha una "Caja de música", de momento solo hay ocho canciones y me ha costado decidirme porque no sé muy bien con tanta diversidad de épocas, que música sería adecuada, lo que sí que tengo claro es que todas serán instrumentales para hacer más amena y sencilla la lectura. Una de las canciones creo que le va especialmente bien a este personaje, y es la canción de apertura de Sweeney Todd.

Esta semana seguimos con la vida de la Condesa Sangrienta, y he editado el artículo anterior, agregando una parte llamada "Rebeldía antes de la boda".

La próxima semana publicaré detalladamente como empieza Erzsébet a llevar su locura al extremo, diferentes torturas detalladas, las secuaces que la acompañaban etc.

Buscando un buen rato conseguí encontrar un retrato que se describe en el libro de Valentine Penrose, la calidad de la imagen no es muy buena, pero al menos podemos hacernos una idea de cómo fue la suegra de Erzsébet, Orsolya Nádasdy.


Vida en Csejthe:


Como comenté anteriormente, la familia Nádasdy compró el castillo de Csejthe para que los recién casados vivieran allí. Aquel castillo era más bien pequeño, sólido para resistir a las guerras, aunque carece totalmente de cualquier comodidad.
Los cimientos eran de antes del siglo XIV y los subterráneos formaban un terrorífico laberinto.



Castillo de Csejthe en aquella época

En ese castillo se instaló la joven Erzsébet con dos damas de honor escogidas por su suegra, sus sirvientas y Orsolya Nádasdy.




Orsolya Nádasdy 
(Único retrato conocido. Según nos cuenta Penrose, no es pelirroja, 
lo que lleva cubriendo su cabeza es una tela,
su extrema palidez se debe a que estaba gravemente enferma.)


No había mucho por hacer: Ferencz se había vuelto a ir a la guerra y ella sabía que su deber era darle hijos.
Aunque a pesar de las apasionadas noches en Varannó, solo podía negar con la cabeza cuando su suegra le hacía preguntas sobre si estaba embarazada. No le gustaba ni pizca ser vista sólo como una hembra para parir.
Daba vueltas por el castillo, no se interesaba por nada, no podía maquillarse pues su suegra lo vería con malos ojos y se aburría muchísimo.

"Se aburría siempre", escribe Turóczi. Aunque Orsolya la había enseñado a leer y escribir en alemán, húngaro y latín (como había hecho con ella tiempo atrás Tomás Nádasdy), allí no llegaban a penas libros, y los que llegaban eran de salmos, sermones o penitencias. En esa época empezó a tener la manía de cambiar de joyas y vestidos seis veces al día (a veces más) para combatir su enorme aburrimiento, poniéndose uno tras otro todos los vestidos que tenía.


Cuando Ferencz volvía eventualmente, lo recibía con todos los honores y le rogaba que la distrajera, pero Orsolya estaba enferma y reclamaba su nuera a su lado. Aunque ella con sus dolores de cabeza también tenía su cruz, los sufría frecuentemente y se rodeaba de sirvientas que le daban drogas, pociones, filtros para sanarle la cabeza o le hacían respirar pomas de belladona para dormir el dolor. Todos pensaban que cuando llegara su primer hijo se le pasaría, así que también la rodearon de talismanes y amuletos para mejorar la concepción. 
Su suegra la miraba con tristeza, pues Erzsébet nunca le daba la tan ansiada noticia, ésta, con rabia se volvía a su cuarto y pagaba su frustración con las sirvientas que tuviera a mano, pinchándolas con alfileres, acto seguido presa de una de las frecuentes crisis de los Báthory, se tiraba en la cama y se revolcaba con ira, también hacía llamar a las sirvientas para ser abrazaba y las mordía (la misma costumbre que tiene cuando sufre jaquecas), los gritos hacen que sus males se apacigüen, sean de origen físico o interno.


Orsolya Nádasdy Kanizsay murió consciente de haber labrado la felicidad de su hijo, habiendo moldeado para él, con gran trabajo y esfuerzo, una esposa hermosa y "buena", pero sentía una gran decepción por no haber tenido a ningún nieto entre sus brazos. He leído en algunos sitios que la fecha de la muerte data de 1571, pero no tiene sentido ya que Erzsébet tendría 11 años y acababa de ser prometida a Ferencz, se sabe con certeza que suegra y nuera convivieron en Csejthe después del matrimonio celebrado el ocho de mayo de 1575, así que la fecha real de la muerte podría ser de finales de ese mismo aproximadamente.


Al morir su suegra, Erzsébet volvió de nuevo a su amada Viena, Ferencz la dejaba allí mientras marchaba de nuevo a la guerra. El emperador Maximiliano II la tenía bastante cariño y parecía comprenderla, y le gustaban aún más sus rasgos a la española, también compartían gustos por la magia.
Erzsébet tenía unos veinte años e iba a bailar a la corte, a pesar de su belleza la gente retrocedía cuando la veían pasar, con su mirada ausente.


Ferencz la había pedido que cuando el volviera de la guerra, no le hablara de sus historias de sirvientas. Había aceptado como naturales sus métodos, había que ser autoritario para dirigir un hogar.
Ya vio con sus propios ojos cómo meses antes y le pareció gracioso: En el jardín estaba una de sus  jóvenes parientes llorando, atada a un árbol, desnuda, untada en miel a pleno sol, siendo picada por numerosas abejas y hormigas. Erzsébet comentó indignada que había robado una fruta de aquel árbol.
También conocía bien las manías de su esposa de clavar alfileres a las sirvientas y morderlas salvajemente, pero a él le daba igual puesto que cuando estaba él, su mujer era hermosa, dulce y servicial como toda buena ama de casa.


Antecedentes e influencias familiares:


Podríamos decir que Erzsébet Báthory estaba "maldita" por su apellido, ya que poseerlo implica una mezcla de sangre peligrosa, que como comentamos anteriormente, derivaba en que toda la familia sufría una extrema lujuria, ataques epilépticos, jaquecas y en general locura, cada uno a su manera.


István (Esteban), el hermano de Erzsébet, es un sádico y un ladrón, incluso en aquellos tiempos escandalizaba a la gente, murió sin descendencia. Su tío, de mismo nombre, príncipe de Transilvania, estaba tan mal de la cabeza que en pleno verano se hacía vestir, o más bien forrar, de pieles y le gustaba deslizarse por las calles llenas de arena, en trineo, como si fuera nieve, el pobre confundía el invierno con el verano.



Esteban Báthory, tío de Erzsébet


Un primo de la rama Somlyó, llamado Gábor (según cuentan no se le resistía ninguna mujer) eligió a la única que estaba prohibida, su hermana Anna, y repitió el incesto numerosas veces con ella, que le correspondía. De la relación incestuosa nacieron dos hijas, que por problemas de sangre murieron temprano con nueve y doce años respectivamente. También se rumoreaba que mantenía una relación amorosa con la propia Erzsébet. Aquel Gábor murió asesinado en las montañas.
Otro tío llamado también Gábor que vivía en Ecsed, decía que tenía el demonio metido en el cuerpo, sufría auténticas crisis de posesión en las cuales se arrastraba por el suelo y mordía (a los Báthory les encanta morder por lo que se lee de todos ellos).


Una de las familiares más célebres fue la tía paterna de Erzsébet, Klára Báthory, hija de András IV, que tuvo cuatro maridos y se volvió "indigna" del apellido Báthory.
Dicen que hizo morir a sus primeros esposos, con certeza de sabe que mandó asfixiar al segundo de ellos mientras dormía en su cama. Los siguientes fueron Johán Betko y Valentín Benkó de Paly. 
Le encantaban las relaciones lésbicas tanto como las que mantenía con sus numerosos amantes (se cree que también asesinó a algunos, pero no hay constancia fiable sobre esto).
Al final encontró un amante mucho más joven que ella, al que regaló un castillo, aunque la cosa terminó muy mal.
Los dos fueron capturados por un pachá, al amante lo ensartaron en un espetón y lo asaron, a ella la violó todo el pelotón turco, pero no murió por eso, la apuñalaron al terminar. Como podéis imaginar, Klára fue una gran influencia para Erzsébet, ella siempre buscaba su compañía y le encantaba que su tía fuera a visitarla, se cree también que gracias a ella surgieron en su cabeza las ideas de probar la bisexualidad y que lo mejor de los amantes no es esconderse, sino exhibirlos en público.



Segismundo Báthory, primo de Erzsébet



Segismundo Báthory, rey de Transilvania en 1595, primo de Erzsébet, destacó por sus locuras y hacerle la vida imposible tanto a sus súbditos como a su pobre esposa. Se rumorea que tuvo relaciones con su prima no mucho tiempo después que esta se casara.
Vendió Transilvania a Rodolfo II, después a los turcos, donó su reino a su primo András Báthory para quitárselo rápidamente. Se casó con María Cristina, princesa de Austria el 6 de agosto de 1595, para así mejorar su alianza con la Casa de Austria. Lo malo era que su mujer le repugnaba hasta tal punto que según él, solo podía aullar cada vez que la veía, llegó a declararse impotente (suponemos para evitar cualquier tipo de roce con su esposa). Cada noche veía a su alrededor fantasmas que su mujer no distinguía por ninguna parte. Al final huyó a Polonia lejos de su esposa, el destino de María Cristina fue cruel, ya que por culpa de su esposo fue encerrada para el resto de sus días en un convento de clausura, sin posibilidad de amar a nadie.



María Cristina de Habsburgo, esposa de Segismundo




András Báthory, primo de Erzsébet


El primo de Erzsébet, mencionado arriba, András Báthory, que accedió durante un breve periodo de tiempo a ser rey de Transilvania, tuvo una muerte horrible. Lo asesinaron a hachazos en un glaciar. Encontraron su cabeza cortada, se le cosió al cuerpo, y lo expusieron con una gran ceremonia, rodeado el cuello por un lienzo en la iglesia de Gyulalehervár.

Ante estos antecedentes familiares resulta difícil destacar en la historia, Erzsébet los supera y lo consigue sin esfuerzo (aunque no es algo que sea precisamente bueno o digno de admiración).

La Condesa se muestra siempre orgullosa de su apellido y sus influencias, en su juventud amenazaba al que le llevara la contraria con que su primo Segismundo pondrá las cosas en su sitio cuando Erzsébet se acercaba a la cuarentena cambió en sus amenazas el nombre de su primo Segismundo por el de Gábor.



Continuará....




Bibliografía:



Alejandra Vallejo-Nágera: Locos de la historia.
La Esfera de los Libros, S.L. 2007.


Valentine Penrose: La Condesa Sangrienta.
Ediciones Siruela, S.A. 1987, 1996, 2008.


Alejandra Pizarnik: La Condesa Sangrienta.
Libros del Zorro Rojo, 2009.

Imágenes procedentes de: wikipedia.org


http://www.bathory.org/

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